Estábamos deseando que llegara el viernes para celebrar nuestra fiesta. Nos íbamos a disfrazar de cavernícola con el traje y el collar que habíamos preparado en clase y tendríamos que superar las duras pruebas del concurso para demostrar que éramos auténticos hombres de la prehistoria. Hemos tenido que salir de caza andando con sigilo para no espantar a los animales, andar como lo hacían nuestros antepasados australopitecus o saber para qué se usaba el fuego en aquella época. Nos lo hemos pasado muy bien. Y, como ya sabían algunos, al final ganábamos todos.
La seño Mary Carmen.
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